El Tercer Sector Social ha resistido mejor la crisis que otros sectores

A pesar de que desde 2011 ha perdido 15.000 puestos de trabajo, lo ha hecho en un porcentaje inferior al del conjunto del mercado laboral catalán.

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El pasado 28 de abril se presentaron los resultados del Barómetro de la Ocupación del Tercer Sector Social de Cataluña. Una iniciativa impulsada por La Confederación y la Dirección general de Economía Social y Cooperativa y Trabajo Autónomo de la Generalitat de Cataluña y que ha sido ejecutada técnica y metodológicamente por el Observatorio del Tercer Sector.

Esta primera edición pone de manifiesto que el Tercer Sector Social ha resistido en mejores condiciones la crisis que el mercado laboral catalán puesto que en pleno contexto de recesión, el sector ha hecho esfuerzos para mantener la ocupación y no ha estado hasta el año 2011 que se ha agudizado la reducción de puestos de trabajo. Se estima que actualmente hay 85.645 personas contratadas, un 15% menos respeto los datos del año 2011 que ofrecía el último Anuario del Tercer Sector Social de Cataluña y que cuantificaba en 100.000 profesionales contratados.

La pérdida de puestos de trabajo, vinculada principalmente a la reducción de la financiación de las políticas sociales, se ha acompañado de medidas alternativas como el ajuste de salarios y jornada laboral o la reestructuración de puestos de trabajo y funciones dentro de los equipos. En conjunto, un 47% de las entidades manifiestan haber hecho  reestructuraciones en motivo de la crisis con el fin de sostener la actividad y mantener la ocupación; y sólo el 17% manifiesten haber tenido que hacer despidos. Estas medidas de ajuste se ven también reflejadas en el hecho que la temporalidad en la contratación ha incrementado 7 puntos respeto en 2011, siendo actualmente de un 38%.

Por el qué hace a la dimensión y volumen de contratación, las entidades del Tercer Sector Social catalán siguen una tendencia similar a las empresas catalanas, y un 92% tienen menos de 250 personas contratadas, prácticamente equiparable al dato del tejido productivo catalán (99%). Por lo tanto, estamos ante un sector formado por Pymes, donde buena parte de las entidades se concentra en un volumen de contratación de entre 10 y 49 personas (38%). Si bien en el conjunto la tendencia es similar, destaca que mientras el 88% de las empresas catalanas tienen menos de 10 personas contratadas, casi el 60% de las entidades del Tercer Sector Social se ubica en la franja de entre 10 y 200 personas contratadas. Esto muestra que el Tercer Sector Social es un sector intensivo en contratación de profesionales, plenamente coherente con la tipología de actividad desarrollada: personas a la servicio de personas.

El perfil tipo de profesional contratado al Tercer Sector Social es una mujer, de entre 26 y 35 años, con estudios secundarios, que trae menos de tres años a la entidad, con contrato indefinido a jornada a tiempo parcial, y que trabaja como técnico de atención directa.

Los datos muestran una vez más que se trata de un sector significativamente feminizado, con un 71% de mujeres contratadas, respeto el 47% del mercado laboral catalán. A pesar de los datos muestran alguna diferencia entre hombres y mujeres especialmente en la tipología de jornada y de contrato, parece que puede responder más a especificidades propias de los servicios desarrollados (comedores escolares, atención domiciliaria, etc.) que no a diferencias estructurales.

En términos generales y por el qué hace a la tipología de contratación, los datos ponen de manifiesto que mientras que en el mercado laboral catalán un 85% de los contratos son a jornada completa, en el Tercer Sector Social catalán este dato es del 44%; y que el número de contratos indefinidos en el mercado laboral catalán es del 82% frente el 58% en el Tercer Sector Social.

A nivel salarial destaca la ratio de equidad de 1-3 entre la media salarial más alta y la más baja, que pone de manifiesto una escalera retributiva significativamente plana y ajustada, en coherencia con una determinada manera de hacer empresa y unos valores propios.

Según los diferentes grupos profesionales, destaca que el 60% de las personas contratadas en dirección y gerencia cobran entre 25.000 y 48.000 € sucios anuales; los mandos intermedios se encuentran principalmente en la franja de entre 25.000 y 36.000 € (52,6%); los técnicos de estructura (50,9%) y los técnicos de atención directa (56,6% ) en la franja de entre 12.000 € y 24.000 €; y el personal administrativo, en un 58,1 % se encuentra entre el salario mínimo interprofesional y los 24.000 €.

Cuando se pregunta a las entidades sociales sobre las expectativas en la ocupación, un 88% de las entidades considera que en los cercanos 3 años la ocupación se mantendrá (54%) o se incrementará (34%). Estos datos contrastan con la situación compleja que todavía sufren las entidades sociales (retrasos en el pago de los servicios, deuda acumulada, etc.) y la carencia  de garantías que actualmente tiene el sector de crecimiento o mejora de la financiación de los servicios que desarrollan. Es por eso que esta visión optimista puede responder más a la constatación que los servicios de atención a las personas son ahora más imprescindibles que nunca para dar respuesta a las necesidades sociales y a la fragilidad de muchos colectivos, que no a una previsión de estabilidad o mejora del modelo de financiación.

La mejora de la financiación y de la contratación pública de servicios de atención a las personas se identifican como principales retos de futuro, absolutamente necesarios para poder avanzar como sector hacia una mayor calidad en la ocupación.

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