Más transparentes, más coherentes

La transparencia es un valor que las entidades del Tercer Sector no podemos rehuir. Ser más transparentes nos ayuda a ser más coherentes. Coherentes entre el que somos y el que hagamos. Entre el que hagamos y el que decimos que hacemos. Y entre el que decimos que hacemos y la percepción que finalmente  tiene la sociedad. La transparencia es y tiene que ser un valor por entidades que, al igual que el sector público, estamos comprometidas con el conjunto de la sociedad.

Por eso la nueva ley catalana de transparencia, aprobada por el Parlamento de Cataluña el pasado 29 de diciembre, es un estímulo y una nueva oportunidad para el Tercer Sector Social para avanzar en este camino. A pesar de que en las últimas décadas nuestro sector ha mejorado mucho en este aspecto, es evidente que estamos todavía lejos de la excelencia. Una mirada rápida a los webs de muchas entidades sociales es suficiente para darnos cuenta que todavía nos queda mucho camino para recorrer.

La nueva ley catalana, además de las obligaciones para las entidades del Tercer Sector que reciben fondos públicos, también incluye el desarrollo de un plan de formación impulsado por el Gobierno para facilitar a nuestro sector que mejore en todos los aspectos que prevé la ley. A pesar de que también la ley contiene algunas obligaciones confusas y quizás innecesarias desde la óptica del Tercer Sector, es indiscutible que en conjunto es un paso adelante y una buena noticia para ayudarnos a avanzar en nuestros valores y nuestra vocación de servicio a la sociedad.