La Taula del Tercer Sector pide más programas preventivos contra la pobreza energética

Con la crisis, en Cataluña se ha triplicado el número de familias que destinan más del 10% de los ingresos a pagar facturas de energía.

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La Taula del Tercer Sector, que agrupa cerca de 4.000 entidades sociales, ha presentado este martes un pliegue de medidas preventivas para hacer frente a la pobreza energética. Las propuestas se han presentado en el marco del Debate ‘Cataluña Social’ en el cual se ha hecho público el dossier ‘La energía como derecho. Como afrontar la pobreza energética’. El Debate se ha celebrado al Ateneo Barcelonès y  han asistido unas 150 personas procedentes de entidades sociales, de instituciones académicas y ciudadanas, y de las Administraciones. Este Ciclo de Debates de la Taula del Tercer Sector, que tiene una periodicidad mensual, cuenta con el apoyo del Diario Ahora y del Ateneo Barcelonès.

El dossier, elaborado por Joana Mundó y Marta Garcia de la entidad Ecoserveis,  para la Taula del Tercer Sector, alerta que la mayor parte de medidas que se están llevando a cabo en Cataluña para abordar la pobreza energética tienen un carácter correctivo. En el dossier se pide complementar estas medidas con otros de carácter preventivo, sin dejar de banda las medidas de choque que ya se están aplicando, como el pago de facturas de electricidad o gas a las personas que no las pueden pagar.

Por eso, la Taula del Tercer Sector insta el Gobierno catalán a poner en marcha las medidas aprobadas los últimos meses y en el Pleno monográfico sobre la pobreza celebrado el 12 y 13 de marzo y que, a pesar de que están habiendo adelantos, todavía no se han cumplido:

- Presentar, antes de 3 meses, un informe de evaluación del Decreto de los cortes de suministro.

- Antes de octubre, presentar un nuevo decreto que amplíe el periodo de aplicabilidad a todo el año, simplifique los trámites y establezca ayudas por aquellos que no llegan al 1,5 de la renta de suficiencia de Cataluña y no puedan hacer frente a la deuda.

En el dossier también se  recogen algunos indicadores de varias fuentes que permiten hacer una mejor radiografía de la pobreza energética en Cataluña y al resto del Estado: En Cataluña, el 10,9% de hogares declaran que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada (el doble respecto al 5,4% al inicio de la crisis). Más del 50% del parque de viviendas en España está construido sin criterios de eficiencia energética, y casi el 17% presentan humedad, goteras u otros problemas derivados de un mal aislamiento. Según el censo de población y vivienda de 2011, un 5,5% de los hogares españoles están en mal estado, sido deficiente, o ruinoso.

La Taula del Tercer Sector alerta que el próximo invierno estas cifras se agravarán si no se actúa, y que las consecuencias derivadas de la pobreza energética fundamentalmente tienen que ver con afecciones a la salud, disminución del rendimiento físico y académico, problemas sociales y relacionales (intra y extrafamiliares), degradación de los edificios, incremento de las emisiones de CO2 (con efectos sobre la salud pública), y deuda excesiva.

En el dossier también se  recuerda que el porcentaje de ingresos destinados a gastos de energía de las familias españolas ha aumentado un 12% desde el inicio de la crisis. Por el qué hace al número de personas que declaran no poder mantener la casa a una temperatura adecuada en verano y el invierno, el informe sitúa en Cataluña entre las Comunidades Autónomas con más problemas para mantener la temperatura de confort (11% de los hogares), después de Murcia, Andalucía, Castilla–La Mancha, y Extremadura.

El dossier, presentado este martes al Ateneo Barcelonès, también recuerda que la energía, siendo un bien que influye directamente en la posibilidad de vivir una vida digna, es un derecho básico al que todos tendríamos que tener un acceso en un precio justo, de forma generalizable e igualitaria. No puede ser un privilegio para unos pocos, sino un derecho para todo el mundo.

Por eso la Taula del Tercer Sector lamenta que hasta ahora, en Cataluña y en España, las políticas energéticas se han regido fundamentalmente por consideraciones económicas, ignorando que la energía tiene una importante dimensión social. Así pues, un paso esencial para luchar contra la pobreza energética es reconocer la energía como derecho fundamental para un vida digna.

Por el qué hace a las propuestas, la Taula del Tercer Sector pide en el dossier que se promuevan medidas enfocadas a la prevención de la pobreza energética en los ámbitos siguientes:

- Mejoras en la eficiencia energética y aislamiento: casi el 50% del consumo energético de un hogar tiene que ver con la climatización: la calefacción en invierno, y el aire acondicionado en verano.  La rehabilitación de los hogares (aislamiento ventanas, paredes, etc.) mejoraría las condiciones de los hogares, pero también se pueden llevar a cabo medidas de bajo coste con un impacto significativo, como la instalación de aparatos que permitan regular la temperatura y el caudal del agua para no derrochar, temporizadores, programadores, entre otros.

- Promoción de un uso racional de la energía: Desarrollar planes de educación ciudadana adaptados a perfiles diferentes, o hacer visibles los impactos negativos en la salud que tiene la carencia de energía puede ayudar a concienciar y cambiar hábitos.

- Optimización de los servicios contratados: es muy habitual encontrarse con familias que tienen contratados servicios innecesarios. Así pues, sólo ajustando algunos de los parámetros de los contratos de los suministros ya se puede generar un ahorro en las facturas de una familia, sin tener que hacer ninguna inversión.

- Mejorar la transparencia y el acceso a la información para poder tomar decisiones informadas: El marco regulatorio cambia a menudo, el sistema de formación de precios no está claro, y existe mucha confusión y desconocimiento por parte de los consumidores de qué posibilidades tienen y de qué derechos disfrutan.

Dreta